lunes, 10 de diciembre de 2012

El Hombre Que Colgaba de Sí Mismo - FINAL




Soñé muchas cosas en mi vida, pero nada tan extraño como estar en medio de un inmenso hormiguero.
Al principio sentía el olor húmedo de una lluvia de primavera, las primeras gotas que levantan el polvo de las calles de tierra ó del césped recién cortado por las mañanas. Me bamboleaba mientras veía pasar sobre mi las nubes blancas en un cielo celeste más potente que de costumbre. Me metía por lugares insólitos, veía árboles gigantescos mientras bolas como pelotas de básquet caían por doquier, ví esa manguera como el tentáculo de un monstruo marino salido de historias contada por piratas. Me sentí diminuto, pero lo fue más al adentrarme en un hueco en la tierra sintiendo el sonido de miles de hormigas, una de ellas me llevaba como si fuese comida sobre su espalda. Cientos de túneles se dibujaban ahí abajo, la oscuridad se apoderaba de casi todo y yo iba al encuentro de una muerte segura en las mandíbulas de las hormigas, me imagine siendo deglutido por las larvas que la Reina había expulsado de su cuerpo. El sonido de los insectos era inquietante, no podía gritar ni moverme, hacía un esfuerzo por mantener mi alma en el cuerpo, que no me abandonase en ese instante final.

Sentí un golpe seco, después otro al que le siguió un ardor.
Se estremeció el sueño.
Abrí mis ojos con fatiga, las hormigas caminaban de un lado a otro, salvo una que estaba parada frente a mí, levantó lo que creí una de sus patas y me abofeteó. Pero no era una pata, era una mano.
–¿Me escucha Doctor? –me dijo la hormiga.
No, me dije. No es una hormiga.
–Soy el Comisario Inspector Arriandiaga de la D.D.I de San Isidro –me dijo.
Creo que hay pocas cosas que den semejante sensación de alegría y libertad como escuchar esa frase, en mi situación aseguro que no existe ni existirá ninguna más que esa.
Creo que abrí la boca y dije algo, pero no se si lo hice en realidad o creí hacerlo, la verdad es que no lo pude averiguar después.
Lo vi hacer señas y dar órdenes entre un montón de figuras, dos hombres se pararon frente a mi, uno de ellos me miró y abrió un poco los ojos. Apoyó algo en el piso y cuando se irguió me tomó de la muñeca, supuse que para sentir mi pulso.
–¿Me escucha Doctor? –me preguntó en un tono preocupado.
Asentí.
–Soy Albil, Doctor, ¿se acuerda de mí?
Mi cabeza buscó en los recuerdos de apellidos que empezaban con A, buscó y rebuscó, creí que se haría eterno; pero a los pocos segundos su apellido encontró un rostro. Reconocí el bigote entrecano y la mano regordeta que ahora se agitaba de lado a lado delante de mis ojos mientras la otra portaba una pequeña linterna para buscar reacciones en mis pupilas.
–Sí –le dije.
–Muy bien, ya lo vamos a sacar de acá.
–¿Los otros? –pregunté.
–¿Qué otros?
–Los que me secuestraron.
–No tengo idea Doctor. Eso lo debe saber la policía.
Me descolgaron con premura pero precaución, las manos hábiles de los paramédicos me tomaron los signos vitales, me subieron a una camilla y me hicieron las primeras curaciones a los muñones palpitantes de mis pies inexistentes. Cerré mis ojos mientras a mí alrededor pululaban las voces y los pasos, sentí como me subieron a la ambulancia y escuché al hombre de las órdenes que trepó conmigo y cerró las puertas amortiguando un poco el sonido ambiente.
La sirena de la ambulancia del SAME anegaba mis sentidos. Pensé en la ciudad que se movía como todos los días, con gente que no tenía idea de lo que era sufrir y gente que pasaba por demasiadas experiencias horribles.
–¿Doctor?
Abrí mis ojos nuevamente, sin ganas, quería dormir dos semanas seguidas y despertar en mi habitación, rodeado de mis hijos y mi esposa. Rodeado de la realidad anterior al secuestro, aunque sabía que nada volvería a ser lo mismo. Lloré al imaginarme en una silla de ruedas jugando con mis hijos en el patio del country ó queriendo enseñarles a jugar al golf.  Mis lágrimas a esta altura eran como eyacular por cuarta vez en una misma noche, ya ni las sentía correr, me quedaba solo la sensación de estar haciéndolo pero sin que ellas desfilen por mi piel.
Como jugar al fútbol sin pelota.
El dolor iba desapareciendo gracias a lo que me habían inyectado, pero sabía que me esperaba una recuperación muy larga y dolorosa.
Pero…
–¿Me escucha Doctor?
–Sí –le dije en seco con la poca fuerza que me quedaba, me estaba adormilando.
–La científica está levantando rastros, aunque supongo que poco van a encontrar. No creo que ellos hayan dejado mucho, por lo poco que vi puedo asegurar que son muy prolijos.
–No importa –dije. –Yo sé quienes son. Encuentren o no huellas, yo sé quienes me hicieron esto.
–Bueno Doctor, esa es una buena noticia. ¿Recuerda al menos sus apellidos?
Las pestañas parecían estar revestidas de acero y en cada parpadeo parecía que no los volvería a abrir por un buen rato, en ese momento solo pensaba en dormir y esperar que todo pase. Pero también quería que los que me hicieron eso la paguen. Pensé en el niño que murió en mi camilla, pensé en el llanto de la madre y su cuchillo, pensé en la hebilla con brillantitos formando una “C” y una “A”. Uno de esos brillantes me iluminó, creí que no recordaría el apellido, que me dormiría antes de contestarle al Comisario.
Se me paró el corazón y abrí grande los ojos.
–¿Lo recordó Doctor Bouza? –me preguntó el Comisario Inspector Arriandiaga mientras sacaba un papel del bolsillo doblado en cuatro partes. –Este es mi sobrino, el hijo de mi hermano Carlos –me dijo desdoblando el papel que había resultado ser una foto.
La pesadilla se había multiplicado.
–No llore hombre que no lo voy a matar. Desde ya le digo que no encontrarán ninguna huella, ni rastro ni nada. Y en su declaración tampoco encontrarán nada relevante Doctor, ¿se imagina a alguno de sus hijos sin piernas? –sus palabras sonaban como si cayeran por un tubo de PVC, huecas y bamboleantes por los ruidos de las ruedas del la ambulancia y las imperfecciones del camino.
–Entiendo –dije llorando mientras dejaba que el sueño y el cansancio me ganara la batalla, me arrullaba la sirena mientras trataba de borrar todo recuerdo de lo que me había pasado.
Al menos estaba vivo, no era justo, pero era suficiente.
                                                                                                          FIN.
                                                                                                          07/12/2012

46 comentarios:

  1. un final impotente, la maldad triunfa
    esto me hace revisar las noticias y sabes encuentro muchos finales así donde los malos ganan y las víctimas silencian sus bocas por temor , es una realidad que deja en mal pie a la sociedad en general, el poder que nos gobierna es como un circo cruel y sádico

    felicitaciones por tu narrativa , es atrapante para el ojo lector, angustiosa a ratos , tiene mucha pasta para este tipo de historias, de seguro la novela negra sería la resultante

    abrazos y feliz lunes lunero

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    1. Licha, no siempre, pero la maldad juega con una ventaja mucho más importante y por eso normalmente su ganancia tiene más esplendor!!!
      Gracias por tomarte el tiempo de seguir la historia. Me alegro mucho que te haya gustado.
      Nunca pensé en la novela negra, yo me decía que lo mio era el suspenso y el terror jaja.
      Besos.-

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  2. Me gustaron el símil del hormiguero y la amenaza soterrada del final. Cuando ya el doctor se creía a salvo, de nuevo se ve indefenso con el alma en vilo y el mal sigue latente... Magnífico relato, Walter, podrías presentarlo a algún Certamen de Novela Negra... te lo piensas ¿vale? Un beso

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    1. Nunca he presentado nada de lo que escribo en certámenes (salvo en la Feria del Libro de mi ciudad, para colaborar), porque creo que me falta todavía pulir un poco más mi escritura. Pero me lo pensaré, siempre ando dando vueltas a los concursos que veo on line y no me decido.
      Un beso grande Mere y gracias!!!

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  3. Ahhhh, qué putada Walter!!!

    Me encanta :)

    Muy buena esa inconsciencia del personaje.
    Eso mismo pasa cuando vas regresando de una anestesia, incluso a veces, que estás tan profundamente dormido que se mezcla el sueño y lo real.

    Te felicito una vez más.

    Besos

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    1. Jajaja ¡¡¡que putada!!! me encantó...
      Nunca me anestesiaron, pero lo tendré en cuenta por si alguno de mis futuros personajes tiene que ir a quirófano.
      Gracias Vero!!!
      Besos.-

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  4. Tremendo Walter. Los miedo se multiplican cuando ya no son tan físicos. Una manipulación impecable
    Besos

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    1. Muchas gracias.
      Es como dice arriba en la presentación del blo..."Para quien tiene miedo, todo son ruidos"
      Besos!!!

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  5. Impecable final.
    te felicito. Nos has tenido pegados en estas 4 entregas
    saludos
    carlos

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    1. Muchísimas gracias Carlos, me alegro que hayas podido seguir la historia.
      Saludos!

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  6. Una coronación estupenda para una historia que se lo merecía. Me gusta muchísimo como te movés entre la realidad cruda y las ensoñaciones propias de las personas. Esos cruces los manejás de manera sutil y uno los transita sin saltos, fluyen. La verdad, te felicito Walter!!! Este es uno de los textos que más me han gustado. Un gustazo leerte! Abrazo y mi admiración!

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    1. Gracias Bee.
      Y eso que no hago como S. King que fumaba, tomaba y otras cosas mientras escribía jajaja, a él sí que esos movimientos entre realidad y ensoñaciones le salen a la perfección. Obvio que no por estar en un estado volátil, es como decir que Messi juega bien al futbol por la hormona que recibió de chico para crecer.
      Besos niña!!!

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  7. Quiero felicitarte por las publicaciones, fueron realmente impactantes!
    Te dejo un fuerte abrazo, gracias por compartir tan buena lectura.
    PD: hay un video que no pude reproducir.

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    1. Muchas gracias Cristina... acuso vuestro impacto :)
      ¿A qué video té referís?
      Besos

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  8. ¡Que hijo de una bellisima madre sos!! Me encantó,, no quiero ser perra, digo que está genial el final,mis aplausos amigo y ¡quiero más!!

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    1. Jajajajaja... Buenísimo y sé perra que está todo bien. Uno entiende para que lado vá.
      Ahora por un tiempito iré publicando haikús ó nanorelatos que hice estos días mientras sigo con la novela que estoy escribiendo.
      Besos y muchas gracias Lyliam!!!

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  9. Gracias por seguir mi blog. Pronto estaré leyendo y comentando el tuyo, el cual se ve genial.
    De paso te cuento que mi sitio sufrió un cambio: lo fusioné con otro que tenía con relatos que no son de terror. Los podés encontrar en la nueva etiqueta titulada Rarezas.
    Saludos.
    http://raulogar.blogspot.com.ar/

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    1. De nada Raúl, tomate tu tiempo que para colmo caíste en un momento donde publique el cuento en 4 partes jejeje.
      Abrazos!

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  10. Que bien has descrito la angustia, que no sabría decir si se refugia en la inseguridad del hormiguero mental o en la sensación del aprisionamiento entre el miedo y el pensamiento de la realidad.
    Negro, muy negro ese ocultar la verdad y dejar la angustia latente bajo la amenaza constante y la sensación de que esto no ha terminado todavia.
    Me ha gustado, si.
    Me guardo tu casa para otras ocasiones que publiques venir a leerte.
    Besos mediterráneos.

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    1. Nada se termina hasta que se acaba, los finales se atan con otros comienzos y siguen girando hasta la eternidad.
      Pues me alegro Gala que te haya gustado y espero visitas futuras.
      Besos argentinos :)

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  11. El final .. como todo el relato .. espeluznante.. Buen golpe de mano con ese Inspector.. y esa velada amenaza para que el pobre médico no dijera nada más... Ciertamente estaba vivo .. mejor eso que nada ...

    Mi enhorabuena por todo el relato .. ha sido buenísimo.. Un enorme abrazo

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    1. Mucgas gracias Aris, no puedo agregar mucho más.
      Solo que el hecho de que hayas dicho "ha sido buenísimo" alcanza para una caricia al ego.
      Otro enorme abrazo para vos!

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  12. Me encanta este inquietante relato. Saludos

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    1. Gracias Leovi...¿te leíste los 4 capitulos de un tirón?
      Tengo la mala costumbre de postear en capítulos cuando el monstruo es demasiado grande, pero a partir del próximo pondré Haikus y Nanorelatos para apaciguar las aguas.
      Saludos

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  13. Inquietante hasta el final, ¡buen trabajo!
    buena semana y felices fiestas.
    un abrazo.

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    1. Muchas gracias Ricardo, que tengas buena semana vos tambien y mejores fiestas!
      Abrazos!!!

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  14. ¡Fascinante!
    Dolor físico, dolor espiritual, dolor emocional, dolor futuro en la incertidumbre por el devenir.
    Un gran relato, Walter, atrapante en todo momento, y con un final abierto (que no me vi venir ni ahí, pero que me maravilló...) que le da un cierre brillante, y que hace que lo disfrutemos aún más.
    Te felicito, ¡me encantó!
    Saludos...

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    1. Me alegra ver que ha surtido efecto la historia, el final no lo ví hasta los últimos tres párrafos.
      Gracias como siempre Juanito por tomarte el tiempo, prometo los próximos post mucho, pero mucho más tranquilos jaja.
      Saludos!

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  15. Impresiona ver el miedo mecerse en los hilos de la realidad. Me ha gustado mucho tu relato.

    un abrazo


    fus

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    1. Se agradecen sus palabras señor Fus y..."May the fear be with you"
      Abrazos!

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  16. Me gustó mucho el final, Walter, principalmente porque el triunfo estuvo del lado del mal. No es que sea un tipo malvado, pero no me van los happy endings.
    Aprovecho para felicitarte por animarte a poner escritos en capítulos, es algo a lo que todavía yo no me le atrevo.
    Un fuerte abrazo.
    HD

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    1. Yo también prefiero los finales más crudos, es cierto que también depende de como se fue desarrollando la historia y qué es lo que ella quiere. A fin de cuentas, yo soy solo el transmisor entre la historia y el lector, ella quería terminar así. Pues bien, que lo haga...
      Postear en capítulos es arriesgado, pero quien no arriesga no gana. Lo complicado es que los demás blogger puedan seguirlo y entenderlo.
      Abrazo grande HD y gracias como siempre!

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  17. Me meti en tus sueños atrapándome con tus palabras
    Y mientras te escribo te imagino a mi manera

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    1. Gracias Mucha, sigue soñando que es donde se cuecen las habas.
      Besos niña

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  18. WALTER, GRACIAS POR DEJAR TU COMENTARIO ALLÁ EN LA HIJA DEL MAL. SIEMPRE SON BIEN RECIBIDOS. TE ESPERO PRONTO, YA ESTÁ LA ENTRADA 10.
    UN GRAN ABRAZO
    CARLOS

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    1. De nada Carlos, con tiempo iré recorriendo tu historia!
      Abrazo grande!

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  19. hola walter un sueño uf que yo lo he revivio mientras estaba leyendo al menos estabas vivo besitosssssssss

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    1. Besitos Embrujita, el sueño, el sueño... digamos que hay veces que el límite es muy fino.
      Que tengas buen día.-

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  20. Hola Walter,
    ufff, excelente, un final que no esperaba,
    pero bueno, al menos lo pude leer, fuerte e impactante,
    un lujo poder leerte,
    "el placer" está por verse.

    Un fuerte abrazo

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    1. Ariel, la verdad es que me alegro que llegue a gustarte y digas que es un lujo leerlo.
      "Placer y pena son los dos únicos resortes que mueven y moverán el mundo."
      Claude Adrien Helvétius
      Otro fuerte abrazo para vos.-

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  21. El sueño del hormiguero es sencillamente genial. Un cierre perfecto y nada pretencioso. Un final casi inesperado, que te llena de bronca y pena.
    Un placer de lectura.
    De a poquito voy a ir leyendo cada relato del blog.
    Saludos.

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    1. He tenido sueños de lo más locos, aunque nunca uno como este, un placer para mi que el final te haya sorprendido tanto como a mi que no me lo ví venir.
      Saludos Raúl.

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  22. Hormigas gigantes que te transportan como comida, angutioso final.He tenido sueños similares,tu relato me ha atrapado de lleno.Sigue así.
    Abrazos

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    1. Muchas gracias Sátiros, un placer que ande por acá.
      Saludos.

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