El auto tosió varias veces antes
de parase al costado de la ruta y en el interludio del día y la noche se
maldijo como nunca lo había hecho. Quedarse sin combustible era absurdo, trató
retroceder sus pasos hasta el momento de subir al auto, creía que había mirado
el medidor; pero no estaba seguro.
Recordaba
haber limpiado la casa desde la habitación bajando la escalera y hasta la
entrada, recordaba haberle dado de comer al perro antes de entrar, recordaba
las luces que esquivaba mientras llegaba a la casa, recordaba haberse levantado
esa mañana con un nudo en la garganta, recordaba las lágrimas y la impotencia,
recordaba haberla descubierto.
Pero
no recordaba haber mirado el medidor de combustible.
Bajó
del auto, abrió el baúl y sacó el cuerpo, lo calzó al hombro y comenzó a
caminar por la ruta en búsqueda del amanecer.
Vine a verificar si continúas con las letras de verificación. Pero sí las encuentro. Sugiero que las quites.
ResponderEliminarSaludos.
Buena memoria pero de nada le sirvió.
ResponderEliminarComo algo excepcional el día de hoy pude dejar comentario. He venido varias veces y no me ha dejado el uso de palabras de verficación.
Saludos
Qué imagen la de ese cuerpo a hombros y él caminando por la ruta...
ResponderEliminarMuy bueno!!!
Pluma... la verdad es que no me había dado cuenta, ya lo he suprimido.
ResponderEliminarEs que la memoria era solo de unas horas, así y todo sucumbió al extasis de la venganza.
Gracias Verónica... con perlas de sudor en la frente luego de algunos cientos de metros.
ResponderEliminar:)
Hola Walter!
ResponderEliminarTe seguí la huella desde Les Torrontés (Me maté de risa con tu comment) Y ZAS! me encuentro con este texto.
Breve, contundente y escalofriante!
Con tu permiso, volveré a visitarte!
Salud mi amigo!
Gracias por seguirme los pasos Bee. De la misma manera he descubierto blogs buenísimos (no se si este sea el caso). De todas maneras se agradece y espero que vuelvas seguido.
ResponderEliminarBesos
Un corazón herido es cosa seria. Se hace difíl alcanzar siquiera un amanecer...
ResponderEliminarSaludos, Walter.
(Me encanta esta canción. Una de mis favoritas.)
hola
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarmaravilloso
ResponderEliminarcomo
escribes
Gracias Luna por pasar
ResponderEliminar:)
Recomenzar: gracias por venirte por estos pagos, espero que vuelvas.
Qué impotencia!! Aquí no hay quien se salve. Mucho tendrá que agudizar el ingenio para que el nuevo día no lo pille con las manos en la masa, (como suele decirse).
ResponderEliminarMuy bueno Walter, el suspense queda servido a la imaginación de quien lee.
Un beso
Quizá no le importe que lo pillen, con el hecho consumado su conciencia descansa en una nube de humos.
ResponderEliminarGracias MJ.-
Walter....
ResponderEliminarWalter..." Amanece en la ruta "
ResponderEliminarTu relato me ha mantenido espectante y nosè si con miedo de lo que seguìa leyendo, en la madrugada y un cuerpo, que quien sabe de quien era...y de que tamaño hummm ....
Tengo miedo al cuco jajaj
¡¡ interesante !!
un beso
( he probado primero si has tenido las letras de verificaciòn....he escrito muchos comentarios a blogeros y me los impide enviar esas letras horribles.
Entonces ahora escribo el nombre como aqui lo he hecho contigo para saber si me estàn esperando esas letras....
Me da pena perder a muchos de ellos, porque no ven llegar mis comentarios )
Doris, antes tenía esas "malditas letras de verificación" sin darme cuenta hasta que PLUMA ROJA me lo ha hecho saber y las he quitado ;)
ResponderEliminarGracias por pasar y por tu comentario.
Yo le sigo teniendo miedo al cuco que a la vez, es mi muso.
Walter...recien he ido a visitar a Pluma Roja, la he conocido aqui por su comentario.
ResponderEliminarNo sabìa que tu musa es el cuco...esta tarde tengo que ir al dentistaaaaaaaaa ,a mi me asusta màs que un cuco hummm...jajajj
chauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
un beso
Uuhhh. que relato, toda la tension que crea en unas pocas lineas, para llegar a un desenlace inesperado. Una obrita maestra de cuento corto. Magnifico.
ResponderEliminarGracias por la visita a mi blog, pero primero lo primero. Remarcar lo bueno.
Doris: Así es, el cuco es mi muso (lo que no quiere decir que no le tenga miedo), el dentista es un personaje digno de alguna venganza :)
ResponderEliminarAlejandra: muchisimas gracias por tus palabras. Espero que vuelvas :)
Genial, Walter.
ResponderEliminarLa última oración le da un toque siniestro a todo lo anterior, tiñiéndolo todo de gris y negro (y rojo...).
¡Felicitaciones!