Fije la vista a lo lejos entornando los ojos, mis pies
descalzos saboreaban la rugosidad de las tejas del campanario, olía la sangre a
lo lejos y mis colmillos parecían crecer unos centímetros en mi boca. Mis
pezones también lo sentían irguiéndose como cuando era humana al recibir una
caricia excitante, toda mi piel blanca se estaba consumiendo. La peste estaba
acabando con todas las personas, con toda la sangre, con mi alimento.
El carruaje se bamboleaba de un lado al otro en las imperfecciones
del camino que serpenteante se abría paso por bosque para llegar a la Abadía, no pude esperar y
me lancé sobre ellos, al ir acercándome noté que el chofer no llevaba las
riendas de los caballos y su cabeza ladeada colgaba inerte.
Urgida de sed me adentré en el cubículo repleto de
terciopelo, cuatro de las cinco personas que venían dentro estaban muertas,
ennegrecidas por la peste que les corría en las venas. Tomé al único que aún
respiraba y dude en clavarle mis colmillos en el cuello enfermo, pero la sed
punzaba en mi vientre con desesperación. Abrió los ojos y me dijo
–Era una fría madrugada de Otoño. Me desperté por
casualidad de un sueño asombroso, realmente sorprendente... Pero ahora me
encontré con la realidad. –deliró por la fiebre al tiempo que cerraba sus ojos para siempre, lo
dejé acostado sobre el hombro de una mujer que llevaba varios días muerta. El
horizonte comenzó lentamente a teñirse de un naranja suave, levantándose por
sobre la copa de los miles de árboles.
Estaba cansada y sola, salí del carruaje
justo antes de que los caballos se detuviesen delante de las inmensas puertas
de la Abadía,
lugar que había sido de reserva los últimos cinco meses, hacía uno que ya había
consumido la última gota de sangre. Volví de un salto a posar mis pies
descalzos sobre las tejas del campanario esperando el próximo coche, si no
llegaba pronto dejaría que el sol tiñese también mi piel.
Escrito originalmente para un "concurso" en uno de los blogs que visito.
ResponderEliminarEspero que tengan buen comienzo de semana, por estos lados con lluvias torrenciales y tormentas electricas, clima propicio para los cazadores de humanos que los encuentran a todos enlatados en sus casas.
:)
Me ha gustado. Es el primero que leo de tu blog y leeré más. Me gusta cómo escribes y el diseño de la página. ¡Sigue así!
ResponderEliminarGracias Xark, ¿la primer impresión es la que cuenta?
EliminarAbrazos.
:)
Pues espero que ganes por que es buenisima la historia.
ResponderEliminarBesos
Muchisimas gracias Inma.
EliminarBesos
:)
Me encantó! Muy buena la ambientación. Lograste con certeras pistas ubicarnos en el lugar y la época. Y el final -esa posible inmolación- me pareció estupenda. "Dejaría que el sol tiñese también mi piel" Insisto, muy buen trabajo, mi amigo!
ResponderEliminarUn beso desde la lluviosa Buenos Aires!
Gracias Bee como siempre...
EliminarRecibo ese beso desde la lluviosa Chajarí, (Entre Ríos)
Mejor cierro las puertas y ventanas, no sea cosa que sirva de bebida a alguno de tus personajes.
ResponderEliminar¿Leer este blog no trae peligro, o sí?
Un abrazo.
HD
Humerto, ni cerrando las puertas y ventanas podrás escapar de los personajes, al salir de mi mente, atraviesan paredes ;)
EliminarCorres peligro si dejas de leer el blog... jajaja
Abrazo gigante
La maldita peste acabará hasta con los elegantes y legendarios vampiros, Walter.
ResponderEliminarNo, no lo creo...
Besos
Los vampiros son como Dios, vivirán por siempre…solo hay que tener fe!
EliminarBesos Vero.
Me ha gustado el relato, tiene fuerza.
ResponderEliminarYo tengo un blog de viajes, te invito a que lo visites y si te gusta, podemos seguirnos.
Saludos,
Trini
http://yoadoroviajar.blogspot.com
Gracias por la invitación... es más, ya he pasado y te he agregado.
EliminarSaludos Trini
Uno se pone a pensar y el tema vampiros no es tan bueno. Comida líquida y encima sangre tibia. Un embole, yo prefiero una birra bien helada con una buena fugazzeta, un choripán grasoso con un tinto rasposo, un pancho con coca bien helada. Transo con un Bloody Mary, eso sí, con un bastón de apio y sal. Además la sangre es de difícil almacenamiento, mientras que por ej. la viandada la tenés en una lata durante años. No, dejame que sigo siendo alondra ché. Abrazo!
ResponderEliminarPerdé cuidado que los vampiros deben pesar igual que vos, imaginate, tener que chupar un cuello que o no esta lavado y lleva un perfume re catinga. La comida se mueve y chilla y no terminas masticando nada, que es lo lindo de comer.
EliminarTe invito a que vengas a Chajarí a comerte un buen asado a dos fuegos, con birra o fernet a la costa del lago Salto Grande.
Abrazo :)
Tenés razón, el tufo a perfume, cremas, ruidosas, gritan, pelean...No, mejor algo cocinado.
EliminarUn asado? Con carne de verdad, chinchulines, criadilla- En serio????????? No jodas con esas cosas ché!! Tengo un mate de Chajarí, me lo trajo la Atorranta una vez que anduvo por ahí. Bastante "vampiresa" la morocha...:-) Abrazo!
Mira vos, el mundo es un pañuelo, muchas veces lleno de mocos.
EliminarAbrazo!
Me gusta este mundo sumergido en el miedo, me quedo viendo tu blog.
ResponderEliminarSaludos.
Esta repleto de ruidos :)
EliminarQuedesé con un crucifijo en mano, agua bendita, balas de plata, ajo y otros artilugios.
Besos
Espectrales y vampíricas escenas muy bien logradas, con una ambientación de tiempo y espacio ideales.
ResponderEliminarEl final es espectacular.
Además, te pusiste en el lugar de un personaje femenino, escribiendo en primera persona, lo que no es poco.
Muy, muy bueno.
¡Saludos!
Hay que estar en contanto con la parte femenina de nuestra existencia, no mucho, pero un poquito al menos.
EliminarSaludos Juanito ;)
Te deseo mucha suerte con este relato si lo presentas a concurso. Se merece ganar Walter. El final es muy bueno, tiene humanidad a pesar de todo, y ternura.
ResponderEliminarUn beso
Gracias MJ.
EliminarLa verdad que ganar o no ganar un concurso es relativo, siempre depende de los gustos del jurado. De no ganar no quiere decir que lo de uno es malo y de salir "favorecido" tampoco significa que es genial.
Un beso ;)